Muchos se preguntarán ¿para que sirve la motricidad gruesa? pues bien, la motricidad gruesa en los niños se define como la habilidad para realizar movimientos grandes tales como: agitar un brazo o levantar una pierna, correr, saltar, dar volteretas, levantarse. Es decir, la capacidad que poseen los bebés para realizar movimientos con todo el cuerpo, donde se ven involucrados sus brazos, piernas y los músculos largos del torso.
En otras palabras, las habilidades motoras gruesas son los movimientos más grandes que los niños hacen con sus brazos, piernas, pies, o todo su cuerpo. Podemos decir que, a partir de los dos años de edad un bebé puede mantenerse de pie, caminar, correr, saltar o subir escaleras, todas estas acciones consideradas habilidades, si se desarrollan adecuadamente, fortalecen el buen desarrollo del niño.
Para que los niños realicen diversas actividades cotidianas en casa, escuela y en su entorno es necesario desarrollar estas destrezas. Una dificultad en este tipo de habilidad le genera a los niños inconvenientes a la hora de llevar a cabo movimientos con todo su cuerpo, por ejemplo; saltar, trepar, arrojar objetos, etc.
Ejemplos de motricidad gruesa
A continuación, veamos algunos ejemplos de habilidades motoras gruesas en los niños: saltar, sentarse, brincar, tirar una pelota, andar y correr, gatear, arrastrarse, escalar, estar de pie, hacer muecas, señas y reírse, subir unas escaleras, estar de pie, balancearse, montar en bicicleta, nadar, jugar al futbol, caminar sobre una línea, recorridos con obstáculos, el juego de la carretilla. De la misma manera, la primera intención del bebé para levantar la cabeza es un ejemplo de motricidad gruesa.
Normalmente hacemos uso de la motricidad gruesa para niños cuando realizamos actividades habituales donde implicamos nuestros músculos largos, por ejemplo, cuando barremos, hacemos ejercicios, corremos, jugamos, nos desplazamos, etc.
Importancia de la motricidad gruesa en los niños
La importancia de la motricidad gruesa en los niños radica en que en el día a día, por ejemplo, cuando caminamos, corremos, saltamos, subimos, bajamos escaleras y realizamos otras actividades, el desarrollo de estas habilidades está unido al balance, fortaleza y conciencia del cuerpo lo cual impacta el desenvolvimiento general del niño.
Cuando un niño tiene la capacidad de tener control de su esquema corporal se siente seguro y aumenta su autovaloración, lo cual, le permite hacer parte de actividades un poco más difíciles como bailar o hacer deporte. Ahora comprendes porque es importante la motricidad gruesa en los niños.
El desarrollo de la motricidad gruesas y finas está interrelacionado, unas dependen de otras. Se requiere que se desarrollen las gruesas para que se den las finas, debido al desarrollo visomotor y perceptual. Para que el niño, en realidad, haga cosas por sí mismo, se hace necesario que use las habilidades gruesas y finas juntas.
Existen dos formas de favorecer el desarrollo de la motricidad gruesa en los niños:
- Dirigida. Esta manera se da desde la perspectiva del adulto, puesto que es quien dirige los movimientos. Realizando circuitos, fijando el ejercicio a algo definido.
- Vivenciada. En esta forma se tiene en cuenta la experiencia del niño, donde se le otorga la libertad de decidir o elegir lo que desea hacer.
Aquí se busca incorporar al niño con su ambiente, por medio de la exploración de su cuerpo y el juego libre.
Desarrollo de la motricidad gruesa por edad
A continuación, te presentamos los aspectos claves para el desarrollo de la motricidad gruesa que pueden desarrollar los niños y niñas por edades:
Niños a los 2 Años de edad
- Puede caminar pie-tobillo suavemente
- Logra correr no del todo bien, pues se puede caer con frecuencia
- Es capaz de saltar con sus dos pies en un mismo sitio
- Tiene la capacidad de trepar muebles, estructuras de juego o paredes bajas
- Puede patear una pelota grande
Niños a los 3 Años
- Posee la capacidad de correr suave y parar repentinamente
- Puede pedalear un triciclo
- Logra subir y bajar las escaleras agarrándose del pasa manos
- Es capaz de tirar una pelota a su altura usando una sola mano
- Ya puede mover un columpio con sus dos piernas
- Puede caminar en punta de pies
Niños a los 4 Años de edad
- Tiene la capacidad de correr rápido y saltar bien
- Puede saltar hacia adelante usando un solo pie
- Es capaz de agarrar una pelota a 2 metros de distancia y doblar los brazos para alcanzarla
- Maniobra el triciclo con destreza
Niños a los 5 Años
- Puede saltar obstáculos sin dificultad
- Es capaz de galopar
- Posee buen Balance
- Tiene la capacidad de montar una patineta o patines
Dificultades con las habilidades motoras gruesas
Existen ciertas dificultades con las habilidades motoras gruesas que se presentan en los niños, para esto es importante tener en cuenta lo que los pequeños son capaces de hacer de acuerdo a su edad, como lo mencioné anteriormente.
Cuando un niño no logra realizar ciertas actividades propias de su edad se puede decir que está presentando dificultades, lo cual indica una condición denominada trastorno del desarrollo de la coordinación (DCD) o dispraxia.
Los niños que padecen dispraxia presentan síntomas que incluyen retrasos para sentarse o caminar, pueden tener dificultades para saltar o hacer tareas, como atarse los cordones, etc.
Ante estas dificultades, lo aconsejable es consultar al médico para así despejar dudas sobre las habilidades motoras del niño y lograr brindarle la ayuda necesaria como son la terapia física o terapia ocupacional u otros servicios adicionales que se requieran.
Juegos para trabajar la motricidad gruesa en niños
Hay una serie de juegos que nos permiten ayudar a los niños en la primera infancia, a desarrollar su motricidad gruesa desde casa. A continuación, presentamos 8 actividades que les pueden ser de mucha utilidad:
Huellas: Elaborar huellas con cartulinas de colores y pegarlas en el piso. Esta actividad permite mejorar el equilibrio y la coordinación. El juego consiste en realizar circuitos con dificultad graduada, es decir, a medida que se van superando se va aumentando la dificultad.
La telaraña: Inicialmente se necesita cinta adhesiva o hilo de lana y escoger un lugar estrecho de la casa, como por ejemplo un pasillo. Modo de juego: Usando el equilibrio, los niños deben pasar hacia el otro extremo del pasillo evitando tocar la telaraña.
Juego de bolos: En este juego se ejercitan los brazos y las piernas al lanzar los bolos y se logra la coordinación de movimientos, puesto que el objetivo es lograr derribar la mayor cantidad de bolos posible.
Circuito con aros: Materiales: aros. Modo de juego: Ubicar los aros de diversas maneras durante el juego e invitar a los niños a saltar de uno a otro según el camino trazado.
Lanzar pelotas: Materiales: cajas y pelotas. Modo de juego: Los jugadores se ubican unos frente a otros cada uno con su caja al lado. Se trata de mantener el equilibrio, logrando encestar las pelotas en la caja del compañero que esté de frente.
Comecocos: Crear caminos usando cinta adhesiva. La idea es que los niños logren recorrer los caminos sin salirse de la línea marcada con la cinta, manteniendo el equilibrio.
No dejar caer el globo: Materiales: globos. Modo de juego: El juego es simple, se trata de golpear tantas veces el globo como les sea posible sin dejarlo caer al piso.
La carretilla: Objetivo: Obtener fuerza en los brazos y mejorar la motricidad. Modo de juego: Un jugador hace de carretilla, mientras el otro tira de él hasta cierto punto haciendo relevos.
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