Los recién nacidos tienen un amor innato por la música que comienza incluso antes de nacer. Son vulnerables y receptivos a la expresión musical. Es nuestro deber como padres animar y apoyar a nuestros hijos mientras trabajan por sus ambiciones. ¿Tomará su hijo clases de música? Hablaremos de las muchas ventajas que aportan, empezando en los primeros años de vida y prolongándose a lo largo de la madurez.

Es evidente que su hijo ha nacido con un don musical

¿Ha pensado alguna vez en los primeros sonidos que oye un bebé? Sin duda, oye de fondo el pulso de su madre. Desde que nacen, están sometidos a ruidos y música sin parar. Por ejemplo, las nanas les ayudan a calmarse, mientras que las canciones con palmas les mantienen ocupados. Al cabo de un tiempo, empiezan a responder a la música emitiendo sus propios sonidos (soplidos, ruidos con la boca, etc.).

Surgirá un enfoque nuevo e innovador del ritmo y la melodía si podemos ayudar a los niños a aferrarse a su intuición musical innata. El desarrollo de la mente, el cuerpo, las emociones y las habilidades sociales de los niños puede beneficiarse de la exposición a la música. Los niños pequeños pueden poner en práctica estos talentos en el entorno seguro y estimulante de las clases de música.

Los bebés y los niños pequeños pueden empezar a cosechar los beneficios de la estimulación musical temprana a través de una amplia gama de actividades recreativas (sobre todo asociadas a la imitación) a partir de los 10 meses de edad. Ahora más que nunca, los más pequeños pueden ponerse a bailar, cantar, tocar instrumentos musicales, etc. a su manera.

¿Por qué forzamos la música en los niños?

He aquí 5 formas en que su hijo se beneficiará de oír música a una edad temprana.

La exposición musical prenatal es la primera en mostrar sus efectos

La música está presente desde el momento de la creación, y el desarrollo musical es una consecuencia natural de ello. El sentido del oído de un bebé empieza a desarrollarse antes de nacer. Los bebés y niños pequeños aprenden a reconocer la voz de su madre entre otros sonidos en su primer contacto. Por eso los bebés recién nacidos son capaces de captarla y encontrar consuelo en ella.

Los bebés pueden empezar a balbucear de una manera que parece prepararlos para cantar incluso antes de saber andar (cuando están aprendiendo el ritmo). Para compartir la felicidad musical con nuestro hijo, debemos fomentar su desarrollo natural mediante la experimentación.

En segundo lugar, la música puede ayudar al desarrollo emocional de un niño pequeño

La exposición de los bebés a la música en sus años de formación está correlacionada con su crecimiento emocional. No se trata sólo de canciones de cuna, babytalk (nuestra forma única y entrañable de hablar con ellos), juegos de desaparecer y reaparecer, etcétera. El amor, la ternura y otras formas de vinculación emocional son importantes para el desarrollo de un recién nacido. Seguro que has oído hablar del término «tiempo de calidad», que describe el tiempo que pasamos dedicándole toda nuestra atención mientras él permanece felizmente despreocupado. La combinación de estos factores, así como la introducción de ritmo, movimiento y canciones, despierta el interés del bebé por lo que le rodea.

En tercer lugar, el tempo de la música tiene un efecto positivo en el cerebro

Quizá haya oído hablar de la plasticidad del cerebro. Se forman nuevas sinapsis como resultado del proceso de aprendizaje. Después de los tres años, la plasticidad cerebral empieza a disminuir. Participar en actividades placenteras en un entorno seguro con una figura de apego es ideal para el desarrollo cerebral del niño. Por ejemplo, esto ocurre en ciertas clases de música para recién nacidos.

El desarrollo del lenguaje, la motricidad, el equilibrio y la autoestima se benefician de la formación musical desde una edad temprana.

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Aprender un instrumento es muy parecido a invertir dinero para el futuro

Fomentar la pasión por la música en niños muy pequeños puede ser una sabia inversión de futuro. Usted es consciente de los beneficios potenciales del aprendizaje de un instrumento sobre la atención, el autocontrol y la sensibilidad. Por otro lado, los estudios han demostrado que los niños con formación musical destacan en diversas áreas académicas.

En quinto lugar, escuchar música es un derecho humano

La capacidad de crear música se remonta a nuestros primeros días como especie. La hemos utilizado para unirnos como grupo mediante el intercambio de historias, ideas, lecciones, sentimientos, consuelo, humor y diversión. La música y las canciones de un pueblo suelen reflejar su patrimonio artístico, histórico y cultural. Son una parte vital de nuestra cultura, y queremos demostrárselo a través de la música y las melodías de nuestro pasado.