El cuidado, la vigilancia y la educación de los niños y niñas desde que comienza su gestación deben ser considerados de vital importancia para su crecimiento y desarrollo. Es por eso que te traemos valiosa información sobre el desarrollo infantil y competencias en la primera infancia. Los niños llegan al mundo con extraordinarias condiciones mentales que les permiten procesar la información que reciben y expresar sus emociones. Ellos miran, escuchan balbucean, lloran y ríen estos seres dan cuenta de sus aptitudes.

Muchas personas piensan que pólvora es sinónimo de navidad, sinónimo de año nuevo y no es así, pues pólvora es sinónimo de mutilación, parálisis, quemaduras, sufrimiento, marcas, dolor, tristeza, justo en esta fiesta decembrina que para todos es la más especial y la más hermosa. Por eso siempre vive la fiesta de navidad sin pólvora, y disfrutemos en familia, que es lo más importante para esta época, por un 2020 sin niños quemados.

La primera infancia en Colombia es considerada como la etapa más importante en la vida del ser humano. Desde su gestación hasta los seis años de edad los niños y las niñas empiezan a vivir una serie de experiencias. Por lo tanto, estas experiencias si son impulsadas de manera correcta y vigiladas por personas significativas es posible que los niños y niñas disfruten de la exploración del medio natural y social que desarrollen su pensamiento y lenguaje.

La primera infancia en Colombia es decisiva para el desarrollo de la niñez en diferentes aspectos como: La cultural, social, biológico y psicológico. Además, es muy importante porque estructura la personalidad, la inteligencia y el comportamiento social de los niños y niñas.

Que es la Ruta Integral de Atención a la primera infancia

La Ruta Integral de Atención es un conjunto de acciones universales necesarias para garantizar la atención integral de los niños y niñas en la primera infancia, es decir, desde la gestación hasta los 6 años. Este conjunto de acciones está encaminado a asegurar que en el ambiente donde transcurren las vidas de los niños, existan las condiciones sociales, humanas y materiales que garantizan la promoción y potenciación de su pleno desarrollo. Es decir que sus derechos sean respetados por parte de sus familias, agentes educativos y personas cuidadoras.